(por Miguel Navas)
Ejércitos de olivos boquean crucificados bajo el sol blanco.
Sus verdes filas se retuercen en la distancia,
rajando los campos hacia las torres moras,
donde el brillo de los espejos perla el atardecer cansado.
(por Miguel Navas)
Ejércitos de olivos boquean crucificados bajo el sol blanco.
Sus verdes filas se retuercen en la distancia,
rajando los campos hacia las torres moras,
donde el brillo de los espejos perla el atardecer cansado.
(por Miguel Navas)
El cuerpo estaba allí, flotando en el lago. Se podía distinguir el vientre hinchado, la ropa hecha jirones. Lo sacaron con un gancho, como si de un pez se tratara, atrayéndolo hacia la orilla.